Nulo de pleno derecho: El caso Semilla

 


Por Godo de Medeiros

Cuando el expediente que contiene las denuncias y pesquisas relacionadas con la constituciĂ³n del partido polĂ­tico Movimiento Semilla llegue a manos de un tribunal dirigido por profesionales que respeten las leyes y observen principios de honestidad e imparcialidad, el caso serĂ¡ declarado nulo de pleno derecho, aunque se enfaden los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de la Corte de Constitucionalidad (CC), cĂ³mplices del rompimiento constitucional que convirtiĂ³ el proceso electoral en un juego macabro que mantiene hoy dĂ­a a la poblaciĂ³n en la incertidumbre y a la democracia en entredicho.

No son pocos los juristas y ex constituyentes que han dejado en claro quiĂ©n tiene las potestades para dirimir los asuntos relacionados con los partidos polĂ­ticos, asĂ­ como la jurisdicciĂ³n de los tribunales y el rol de los fiscales del Ministerio PĂºblico (MP), instituciĂ³n sostenida con dinero de los contribuyentes pero administrada y dirigida por grupos privados que la usan como si fuera una oficina de negocios.

Debido a una injustificada y quizĂ¡s maliciosa reserva del caso, solo sabemos que al Movimiento Semilla se le suspendiĂ³ la personalidad jurĂ­dica porque en las hojas de adhesiĂ³n que fueron presentadas en 2017 ante el Registro de Ciudadanos (RC) del TSE hay firmas falsas y nombres de personas fallecidas. Si esto es asĂ­, los responsables son quienes en el RC tuvieron a cargo la revisiĂ³n del expediente y la posterior aprobaciĂ³n de la cĂ©dula que lo acredita como instituciĂ³n de derecho pĂºblico, figura Ă©sta que las diferencia de otras que se rigen por leyes y cĂ³digos de distinta naturaleza.
 
Dicho lo anterior, es bueno recordar que, en Guatemala, absolutamente todos los partidos polĂ­ticos acusan el problema de las firmas falsas y la comparecencia de difuntos en sus listados de adhesiĂ³n, porque el personal que se contrata para que consiga las mismas es quien llena a mano los datos y raras veces se toma la molestia de verificar si la rĂºbrica de un adherente es exactamente igual a la que este consignĂ³ en los libros municipales de antes o ahora en el Registro Nacional de las Personas (Renap), de tal suerte que nunca salen idĂ©nticas, ademĂ¡s de que hay gente que de mala fe hace las cosas como si fueran bromas. Aparte, en el lapso en que se obtiene una adhesiĂ³n hasta la aprobaciĂ³n definitiva de la personalidad jurĂ­dica puede morir alguna persona. Pero con todo, la responsabilidad de rechazar o aceptar la documentaciĂ³n, stricto sensu, es del RC.

Ahora bien, estos asuntos, que como he dicho afectan a la totalidad de agrupaciones polĂ­ticas en Guatemala, debiĂ³ conocerlos la Agencia Fiscal contra Delitos Electorales (FDE) y no la FiscalĂ­a Especial contra la Impunidad (Feci). Del mismo modo, para deducir responsabilidades a quienes dejaron pasar inconsistencias en los listados de adhesiĂ³n de un comitĂ© pro formaciĂ³n de partido polĂ­tico no era necesario echar mano de la Ley contra la Delincuencia Organizada, porque su Ă¡mbito de aplicaciĂ³n es otro.

Finalmente, no existe ley vigente en el paĂ­s que permita a las autoridades hacer allanamientos con los rostros cubiertos con gorros pasamontañas, sin identificarse plenamente, ni mucho menos sin hacerle saber al propietario u ocupante del domicilio del allanamiento los motivos del mismo con su respectiva copia del expediente con los santos y señas de los motivos de tal acciĂ³n, y menos aĂºn rompiendo la cadena de custodia de los indicios que se incauten.

Estamos, pues, ante un caso paradigmĂ¡tico de actividad procesal defectuosa, pues no se cumpliĂ³ con uno de los principios elementales: La tutela judicial efectiva. En consecuencia, segĂºn nuestra propia interpretaciĂ³n de la ConstituciĂ³n PolĂ­tica de la RepĂºblica y de la literatura legal sobre estos asuntos, al Movimiento Semilla le negaron el derecho de defensa y debida audiencia, por lo que un tribunal con togados honorables tendrĂ¡ que declarar nulo ipso jure el caso.

Claro estĂ¡, si Sandra Torres, Zury RĂ­os o Manuel Conde hubieran ganado las elecciones todo estarĂ­a tan normal como el hecho de que la selecciĂ³n de futbol haya sido eliminada de la Copa de Naciones y de la Copa AmĂ©rica jugando como nunca y perdiendo como siempre.

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